Aún no había hecho un bizcocho de este tipo, ya era hora. Aquí os escribo la receta original y los cambios que hice en ella, así como lo que cambiaré para la próxima vez que la haga.
Ingredientes:
3 huevos.
250 g de azúcar (yo usé moreno).
175 g de harina de repostería (utilicé harina con levadura).
50 ml aceite de oliva (yo utilicé de girasol).
150 ml de leche (utilicé un yogur natural azucarado).
1/2 sobre de levadura (yo eché uno entero).
3 manzanas golden (yo usé 2 manzanas reineta).
Una cucharadita de canela en polvo.
Una pizca de sal, por mi cuenta.
Una pizca de bicarbonato, también por cuenta propia.
En la receta original se utiliza una manzana para el bizcocho y el resto como cobertura. Yo no hice cobertura y añadí dos en puré al bizcocho. Aunque quedó bien, la próxima vez añadiré sólo una, y utilizaré otro tipo de manzana con más sabor, como la golden que decía la receta original.
En primer lugar precalentamos el horno a 180º. Seguimos batiendo los huevos, primero las claras. Cuando éstas estén casi a punto de nieve añadimos las yemas, para que quede el bizcocho más esponjoso. Añadimos la leche (en mi caso el yogur), el aceite y la canela.
Antes de agregar la harina la pasaremos por un tamiz, junto con la levadura. Unimos ésto a la mezcla anterior.
Batimos una de las manzanas (yo batí dos) y cuando quede hecha puré, la mezclamos a lo que teníamos hecho. Una vez se haya ligado todo, lo vertemos sobre un molde para horno engrasado previamente. Si queremos decorar con manzana, las partimos en láminas y colocamos las porciones encima, espolvoreando con azúcar y canela también.
Introducimos el molde a media altura en el horno, alrededor de unos 40 minutos. Hasta que quede dorado y al pincharlo salga limpio.