La receta original era con frutos rojos solamente, pero sugería añadirle chocolate blanco y así lo hice. El resultado son unos muffins potentes, el chocolate les da un toque dulce y los frutos rojos un punto ácido.
Ingredientes:
450 g de harina.
200 g de azúcar.
1 cucharada de levadura.
1 cucharadita de bicarbonato o glasificante.
1/2 cucharadita de sal.
1 yogur griego azucarado.
120 ml de leche entera.
2 huevos.
125 g de mantequilla blanda, pero no líquida.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
250 g de frutos rojos congelados.
125 g de chocolate blanco.
Elaboración:
Sacamos los frutos rojos del congelador y mientras vamos precalentando el horno a 190º.
Batimos con varillas la mantequilla y el azúcar, después añadiremos el yogur, los huevos, la leche, la vainilla y seguiremos batiendo un poco más.
Por otra parte mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal, que pasaremos por un tamiz. Tras tamizarlo, lo unimos a la mezcla anterior, y tan sólo lo mezclaremos hasta que la harina quede integrada, nada de trabajarlo en exceso. Por último, añadimos los frutos rojos y el chocolate, volviendo a mover otro poco más, lo justo para repartirlo.
Una vez tengamos la masa, disponemos cápsulas de papel para muffins sobre una bandeja metálica para los mismos, así evitaremos que se abran demasiado. Si no tenemos lo haremos sin bandeja, en una de horno normal. Llenamos cada molde con una porción de masa. No lo llenaremos hasta arriba para evitar que desborde, pero tampoco quedándonos escasos, o quedarán a ras. Se hornean durante aproximadamente 25 minutos, hasta que al pincharlos salgan limpios y queden un poco dorados.
Se conservan durante varios días guardados correctamente. También se puede congelar la masa para utilizarla en otra ocasión, o bien congelar los muffins ya horneados tras enfriar.